Cuento Grupal: La bella durmiente

                                              CUENTO GRUPAL

Una pareja de ricos que vivía en Málaga ansiaba tener un hijo, pero les fue imposible. Decidieron buscar a través de Internet personas que alquilaran su vientre a un precio considerable. Encontraron un anuncio muy llamativo, pero era en Barcelona, por lo que cogieron su tablet y en una página de ofertas, en easyjet, buscaron el vuelo más económico para irse enseguida y organizarlo todo, cumpliendo así uno de sus más grandes sueños.

Una vez en Barcelona pusieron en su móvil el GPS para encontrar la clínica y rápidamente llegaron a ella, consiguiendo por fin a su querida hija, a la que llamaron Cristina. Cuando cumplió 15 años, decidieron hacerle una gran fiesta de cumpleaños y crearon un evento en facebook invitando a un montón de gente a su enorme mansión, para así saber quién iba asistir, quién no y quién quizás, aunque para los que no tenían facebook decidieron también avisar a través de whatsapp, escribiendo un único mensaje que llegaría a todas las personas que ellos seleccionaran. Unos días antes de su cumpleaños, a Cristina le regalaron sus padres su primer móvil, con una tarifa de datos, para navegar desde cualquier parte. Cuando instaló el whatsapp, recibió de alguien desconocido un mensaje amenazándole con que algo realmente malo ocurriría el día de su cumpleaños, pero se lo tomó como una broma de mal gusto y no hizo caso.

Cuando llegó el día del cumpleaños de Cristina, la mansión se llenó de gente, incluso de gente conocida en televisión, por lo que había alguna que otra cámara grabando durante la fiesta. La persona anónima que le mandó el misterioso mensaje a Cristina, también se coló en la celebración. Se trataba de una antigua amiga de la familia que siempre les había tenido envidia por vivir una vida de lujo y sin preocupaciones. La frustrada amiga se encargó de añadir unas gotas de una especie de veneno en la bebida que sabía que Cristina tomaría.

A los pocos minutos, Cristina empezó a encontrase mal y llamaron a la ambulancia. Pasó días y días en el hospital sin despertarse. Los padres, desesperados, pagaron para salir en televisión y contar la historia de su hija, pidiendo que les llamaran con el nombre de algún especialista que pudiera encontrar una cura para Cristina, y habría una recompensa para dicha persona. Inmediatamente, recibieron montones de llamadas, correos, y mensajes en twitter.

Finalmente, decidieron ir hasta Estados Unidos al hospital el cual le habían recomendado y donde se encontraba un médico especialista para casos aislados. Una vez allí, detectaron que la habían envenenado con algo poco común, pero le pusieron un tratamiento que la acabó curando. Y descubrieron a la culpable a través de una de las grabaciones de la fiesta, quien fue denunciada y acabó en la cárcel.