lunes, 24 de marzo de 2014

Historia trasmedia, por Beatriz Ortega Casañ.



Hubo una vez, un famoso alcalde de un pueblo que tuvo una preciosa niña. En el momento del nacimiento acudieron las televisiones locales y nacionales debido a las grandiosas acciones que realizó este alcalde por su pueblo. La entrada de su mujer al hospital fue seguida por varios programas de prensa rosa, programas de radio de la localidad y la prensa acudió a la entrada del hospital para informarse de cada noticia que ofrecía la familia. Se crearon hastags en twitter para seguir el nacimiento minuto a minuto y en el momento en el que la mujer dio a luz, se acercaron todos los vecinos del pueblo para ver a la niña.



Celia, que es como la llamaron, creció en un buen estatus social, rodeado de gente adinerada y criada en un colegio en el que utilizaban materiales didácticos de última generación. Se hizo bastante popular debido al alto cargo que obtuvo su padre, por lo que se movía en ambientes de lujo y con compañeros “hijos de papá” a los que les daba igual gastarse lo que fuera por dar grandiosas fiestas en locales ostentosos y las mejores discotecas de los alrededores.

Celia, cada vez se iba haciendo más mayor, casi que ni se dieron cuenta los padres, hasta el día en el que todos los amigos del colegio y alrededores tenían su móvil de última generación y ella por ser como los demás le pidió uno a sus padres. Al tener su propio móvil, esta, se descargó todas las aplicaciones de redes sociales que se utilizaban por ejemplo twitter, facebook, whatsApp, instagram, line, ask, etc.


Un día navegando por facebook, apareció una conversación de una mujer, la cual ella no conocía de nada y que contenían comentarios un tanto peculiares. Aquellas conversaciones eran un poco extrañas y que además contenían un enlace de Youtube que ella no quiso abrir para no dar más importancia a aquella mujer. Días más tarde volvió a hablarle y Celia por curiosidad terminó accediendo a dicho link que contenía un vídeo. Cuando apareció aquella ventana con un extraño vídeo se asustó, pero la intriga le superó.

El curioso vídeo estaba lleno imágenes oscuras y música satánica, ella al ver eso, quiso quitarlo de inmediato pero de repente salió un mensaje escrito en él que decía :


“ Había una vez una niña que se cayó dentro de un pozo. Al no poder salir, murió y cuenta la leyenda que todas las noches se le oye llorar fuertemente dentro de este y que su espíritu se pasea por alrededor del pozo. Si has leído esto, en tres días pasará algo trágico en tu vida.”
Celia asustada cerró aquel vídeo. Durante los tres días siguientes estuvo aterrorizada midiendo cada paso que daba, hasta que el tercer día vino un nuevo chico a clase, que justamente daba una fiesta de bienvenida en su mansión. Ella asistiría con el resto de sus compañeros y muy entusiasmada se preparó para el acontecimiento.

Una vez en la fiesta empezó a consumir alcohol y otras drogas no aptas para su entorno, y el chico nuevo le dio a probar una pastilla para no cansarse demasiado al bailar, pero eso solo era una excusa  para drogarla y abusar de ella.


Al día siguiente, Celia no despertaba y el chico nuevo se asustó y la dejó en un callejón tirada, pero llamó a una ambulancia para que la atendieran. Esa misma tarde, había un vídeo de ella drogada y con otros chicos alrededor haciendo tonterías que se propagó por todos los medios de comunicación, redes sociales y dispositivos móviles dejando en evidencia a su padre el alcalde.
Todos se dieron cuenta de que la chica estaba bajo los efectos de una rara sustancia que tenía cura, pero era muy difícil de conseguir, pero un chico de su clase que estaba colado por ella, buscó por su cuenta aquella imposible cura, pero no dio resultado.


Una vez trasladada a su casa, el chico fue a visitarla porque necesitaba verla aunque fuera, y al tenerla tan cerca y con aquel aspecto angelical, se acercó y le dio un beso en aquellos labios carnosos y a la vez fríos. Celia, inmediatamente, abrió los ojos despertando de un sueño en el que se había convertido para ella. Nadie pudo creer que la cura de aquella sustancia yacería de un simple beso de alguien enamorado. Con esta acción, el chico se ganó el corazón de Celia y se pudo encontrar al culpable de toda la tragedia. El caso fue muy comentado durante meses en todas partes pero Celia y su nuevo novio no le dieron importancia, ya que dejaron de lado todas aquellas páginas sociales que nada más que hacían mal en sus vidas. Y colorín colorado, este caso queda cerrado.

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