CRISTINA GUTIÉRREZ SARMIENTO
TEORÍA DE LOS SEIS SOMBREROS.
Teoría
de los seis sombreros, relacionada con la resiliencia. Esta técnica es
americana, es bastante interesante para utilizar con los alumnos de Educación
Primaria porque al utilizarse para el trabajo colaborativo puede servir para
cualquier tipo de enseñanza y aprendizaje. Ésta se lleva a cabo en grandes
empresas.
La
metodología consiste en la utilización de diferentes pensamientos, cada uno de
ellos relacionados con diferentes colores de sombreros que tendrán los alumnos
a su disposición.
En clase se dividen a los alumnos por grupos y
a cada uno de ellos les asignamos un sombrero de un color, dependiendo del
color los alumnos se van a fijar en determinados aspectos del pensamiento, a un
área cognitiva diversa.
Para
aplicar esta técnica podemos utilizar un cuento, escribir una redacción…componiendo
un todo. En clase por ejemplo hemos utilizado un cuento, a raíz del cual hemos
ido poniendo ejemplos para cada sombrero, con el objetivo de hacernos una idea
para su utilización en el aula como bien hemos utilizado el cuento de caperucita
roja, el color rojo hacía referencia a aspectos emocionales por lo que en este
caso podrían comentar frases como “pobrecita la abuela”…el color amarillo (otro
grupo de alumnos) se encargará de otro aspecto y así con todos los colores,
cada uno tendrá una función, obteniendo al final un análisis completo del
texto. Sinceramente pienso que este tipo de
actividades tiene muchos beneficios y utilidades.
A través de esto, debemos de
dejar de pensar en nosotros mismos y procurar hacer un trabajo en equipo, pero
no solo cuando realicemos esta sesión lo ideal sería en cualquier actividad de
clase, la enseñanza no consiste en memorizar y trabajar de forma individual
sino en reflexionar como parte de un equipo.
El
modelo que se nos propone para la realización de este trabajo es el siguiente:
·
BLANCO: Procesamiento de los datos, en
este caso los alumnos simplemente tienen que sacar la información que leen en
el texto, es importante extraer antes de darles el cuento algún elemento
importante, en el cuento de caperucita roja podemos extraer el lobo, ya que posteriormente
se jugará con él, otra opción sería darles el cuento resumido.
·
ROJO: el grupo se encargará de expresar
sus sentimientos o presentimientos (saber qué es lo que viene después), todo lo
que vaya sintiendo mientras lee el texto podrá exponerlo seguidamente.
·
NEGRO: averiguar los riesgos que en la
historia puedan ocurrir, resaltar los aspectos negativos, aquellas cosas que los
alumnos consideran que no están bien.
·
AMARILLO: en este caso pueden resaltar
los aspectos positivos, o podemos darles libertad para que desarrollen el
desenlace del cuento, un desenlace positivo.
·
VERDE: a quiénes les pertenezcan este
sombrero deberán desarrollar su creatividad, cambiando los roles de personajes,
inventando finales, cambiando algún personaje como por ejemplo el lobo por un
delincuente, etc.
·
AZUL: este equipo se encargará de
controlar los procesos, recopilarán toda la información para la creación de un
texto coherente, da el control al proceso, es el encargado de resumir todo lo
que ha pasado, dar una visión general. Practica la escucha activa ya que deberá
prestar atención constantemente, coger apuntes, etc.
El
profesor ha de gestionar su tiempo para adecuar su metodología, también puede
modificar los sombreros en función de sus necesidades.
Considero
que es bastante interesante porque es una forma de innovar con los alumnos de
Educación Primaria y acabar con la monotonía en el aula, una nueva forma para
el proceso de aprendizaje que nos permite explicar cualquier contenido de comunicación
oral y escrita.
Según
algunas referencias se trata de una actividad muy dinámica, pero que es
conveniente utilizarla cuando conozcamos mejor a los alumnos en vez de al principio, para así controlar
mejor las situaciones, si conocemos a un alumno que se le da muy bien analizar
no le daríamos el sombrero blanco, intentaríamos mejorar otras habilidades,
otras áreas del pensamiento.
También debemos de tener en cuenta que se puede
hacer tanto de forma oral como escrita, simplemente que de acuerdo con la
profesora pienso que oralmente puede ser más positivo para la evolución del
alumno, porque no solo desarrolla la capacidad de expresarse sino que también
habilidades sociales, respetar turnos, levantar la mano….
RESEÑA DE LORENA GUERRA ALCAIDE
EVALUACIÓN
¿POR QUÉ EVALUAMOS?
El objetivo de la escuela es que los niños aprendan, es por eso que
debemos asegurarnos de que esto se haya conseguido y para ello es necesario un
control y registro al principio, durante y después de manera que podamos ver si
los alumnos han adquirido o no los contenidos u objetivos que habíamos
propuestos. Es importante planificar con antelación los criterios a evaluar
para que podamos adecuar las actividades a sus necesidades y conocimientos
previos, con el fin de que vayan destinadas a la consecución de unos objetivos
o competencias concretas.
En general lo que se evalúa en los alumnos es el grado de capacidad, la adquisición
de conocimientos, procedimientos y actitudes. Tras leer los diferentes
documentos proporcionados por la maestra y visualizar un video también desde
nuestra plataforma de Campus podría decir que en mi futuro como docente
utilizaría una evaluación continua
que podría desglosar en tres momentos:
1)
La
evaluación inicial o diagnostica, esta
me ayudará a conocer el nivel del que parte cada alumno, los conocimientos y
las destrezas que posee para poder así realizar actividades acorde a sus
posibilidades.
2)
La
evaluación de proceso o formativa, desde mi punto de
vista es la más importante, ya que gracias a ella podemos darnos cuenta de los
fallos que estamos cometiendo y corregirlos en el momento de aparición, dándose
si es posible una atención individualizada a cada alumno, esta se puede
realizar a través de observaciones directas por parte del profesor e intervenciones
durante el proceso de enseñanza-aprendizaje o bien con ayuda de una carpeta en
la que se guarden los ejercicios de cada alumno y se vayan comparando viéndose
así los progresos que cada alumno está consiguiendo, y en el caso de que no,
poder modificar la metodología para conseguir que el niño avance.
3)
La
evaluación final o sumativa, me servirá para
comprobar si mis objetivos se han cumplido y sí he logrado en el niño un
progreso desde el nivel inicial del que partía, hasta el nivel en el que se
encuentra después de haber trabajado con ellos, para ello compararemos el nivel inicial con el final viendo en
qué medida se han logrado los objetivos propuestos y si los métodos didácticos
empleados han sido eficaces y adecuados, qué necesidades quedan por satisfacer
y qué cambios conviene diseñar para superar el trabajo.
Es necesario verificar que los objetivos que nos habíamos propuestos han
sido logrados y por eso hacemos esa evaluación final, pero los docentes debemos
acompañar a los alumnos en sus procesos de aprendizaje, guiándolos, atendiendo
a sus necesidades, dándole confianza para que pregunten, reflexionen,… debemos
conocerlos, ya que no todo es posible evaluarlo con una rúbrica o lista de
control. Algunos aspectos a considerar obviando los contenidos curriculares serían
aspectos fonéticos, gramaticales, semánticos, pragmáticos, sociolingüístico, paralingüísticos,…
Desde mi punto de vista la evaluación es buena cuando es considerada
para orientar nuestra práctica docente, y para comprobar si se están
consiguiendo progresos en nuestros alumnos. Pero si esta no la utilizamos con este
fin puede crear en los alumnos competencia “por llegar a la mejor nota” lo que
puede hacer surgir conductas inapropiadas y aun peor, frustrar a los alumnos
cuando no son capaces.
En el documento
llamado “Introducción a la Didáctica de la Lengua y la Literatura”, Cassany nos
vuelve a mencionar la importancia de evaluar no solo aspectos cognitivos sino también
procedimentales y actitudinales. Es por ello que no será suficiente esa prueba
escrita para evaluar todos esos aspectos. Algunos instrumentos que nos serán de
utilidad para complementar nuestro proceso de evaluación según Casanova, 1997 serian:
“anecdotarios, listas de control, escalas de valoración, diario o grabación”. Como
hemos visto en las prácticas de esta asignatura esta evaluación se puede hacer
desde diferentes perspectivas, con preguntas “entrevistas” o incluso juegos en
los que se pongan en función los criterios que queremos evaluar, aunque desde
mi punto de vista es recomendable hacer uso de una rúbrica para poder ir
anotando los diferentes aspectos a valorar de cada alumno, de forma que se
tenga un control más individualizado de cada
alumno para en el caso de trabajos en grupo, poder realizar grupos base que estén
compensados, los cuales considero muy necesarios para aquellos alumnos que les
cuesta más alcanzar el éxito, con ayuda de otros llegaran y conocerán nuevos
caminos, posibilidades y alternativas.
Debemos utilizar la evaluación para mejorar la acción educativa.
Debemos utilizar la evaluación para mejorar la acción educativa.
Bibliografía consultada:
LOPEZ VALERO, A. y ENCABO FERNÁNDEZ, E (2002). “Introducción a la Didáctica
de la Lengua y la Literatura”. Octaedro-EUB. Barcelona.
Webgrafía:
Video: https://www.youtube.com/watch?v=Ofz8gpKx9rs
RESEÑA DE MIRIAM
GRACIANO RUEDA
ANIMACIÓN A LA
LECTURA A TRAVÉS DE
LA NARRACIÓN DE CUENTOS
“Descubrir la magia de las
palabras, despertar el torrente imaginativo de los niños leyendo y escuchando
historias y creando las propias; descubrir el goce dela lectura y formar el
hábito de practicarla, son algunos de los propósitos dela animación a la
lectura”, es muy importante motivar a nuestros alumnos/as y
darles libertad a la hora de crear es uno de los pilares fundamentales a la
hora de que ellos sientan pasión por la lectura. La lectura es una habilidad
que no a todos les gusta, si desde pequeños no les fomentamos y no les
motivamos para que lean y disfruten leyendo, jamás les gustará leer, por lo
tanto nuestro deber es proporcionarles medidas positivas y creativas para que
gocen de la lectura y aprendan.
El
cuentacuentos, aquella persona o personas que narran cuentos en público, ya sea
a sus hijos, alumnos, amigos, familiares…
Para
ser un buen cuentacuentos supone unos requisitos, entre las que Beuchat (2006)
menciona:
- · Volumen de voz adecuado para que todos puedan escuchar, produciendo los cambios necesarios según las necesidades de la narración que se realiza.
- · Volumen de voz adecuado para que todos puedan escuchar, produciendo los cambios necesarios según las necesidades de la narración que se realiza.
- Tono de voz natural, no muy agudos, ni muy graves. Melodía y ritmo adecuados. La velocidad con que se narra no debe ser ni muy rápida ni muy lenta.
- Modulación en forma natural, no exagerada, de las palabras.
- · Las pausas deben usarse con una intención específica, para dar suspenso, provocar curiosidad, diferenciar lo que dice el personaje principal de lo que dice otro personaje, o diferenciar lo que se narra y lo que es dialogado, etc.
- · La mirada está dirigida a la audiencia en su totalidad y a cada uno de los oyentes. Además, expresa su propia mirada sobre el relato.
- · Gestos que complementan la narración.
La
afición para los cuentos no tiene edad, pero si es verdad que no podemos contar
algunos cuentos a niños pequeños, como son los cuentos de asesinatos, bélicos…
ya que podemos lograr que sientan odio por la lectura, por lo tanto aunque no
haya límite de edad es muy importante saber que cuento contar, a quién y a qué
edad.
El
narrador, aquella persona que cuenta el cuento, tiene que conocer los
fundamentos de la lectura, ya que sino no podrá adaptar el material a sus
propias necesidades, y se verá forzado a limitarse a los cuentos ya elaborados
por otro autores y perderá la oportunidad de enriquecer su repertorio.
Las
narraciones no deben de comenzar con un preámbulo muy largo, ya que si no
podemos distraer a nuestros oyentes, los acontecimientos del cuento deben
sucederse armónicamente y cada uno debe contener los elementos que conducen al
siguiente, al terminar la narración es conveniente observar algunos minutos de silencio
que servirán a los oyentes para hacer una reflexión interna, lo que no debe
hacerse nunca al terminar una narración es tratar de interrogar a los niños
sobre la enseñanza que ha dejado en ellos el cuento, hay que conceder a los
oyentes la suficiente inteligencia como para que obtengan ellos mismos sus
conclusiones. Finalmente es bueno y dinámico la realización de algunos juegos
en los cuales se pretendan desarrollar la capacidad de crear, imaginar,
construir frases…para el aprendizaje a través de cuentos sea una herramienta de aprendizaje a la vez que los niños se divierten.
RESEÑA
CAROLINA LAÍN ADAME
LA
RÚBRICA COMO INSTRUMENTO DE EVALUACIÓN
La evaluación debe servir para que los alumnos
conozcan su nivel de competencias, les haga conscientes de sus capacidades para
la resolución de tareas y les muestre los puntos débiles y fuertes, para así
poder conseguir una adecuada preparación para el aprendizaje a lo largo de la
vida.
Por ello considero que una de las herramientas más eficaces a la hora de
desarrollar las estrategias de enseñanza en entornos virtuales es la utilización
de rúbricas o plantillas de evaluación para valorar el aprendizaje.
Siendo un instrumento de evaluación basado en una
escala cuantitativa y/o cualitativa asociada a unos criterios preestablecidos
que miden las acciones del alumnado sobre los aspectos de la tarea o actividad
que serán evaluados.
Usualmente se habla de dos tipos de rúbricas:
-
La rúbrica global u holística: hace una
valoración del conjunto de la tarea, mediante la utilización de unos
descriptores que se corresponden a unos niveles globales, no particulares.
-
La rúbrica analítica: la cual se centra en
tareas de aprendizaje más concretas, y necesita de un diseño más pormenorizado.
Algunas de las características de las rúbricas son
claramente beneficiosas para los procesos de enseñanza-aprendizaje, tanto para
profesores como alumnos, en especial las siguientes:
- Son fáciles de usar por el profesor y de explicar a los alumnos.
- Dejan bastante claras las expectativas de los profesores, lo que se transforma para los alumnos en seguridad sobre cómo alcanzar lo que el profesor espera que ellos sepan hacer.
- Los alumnos tienen mucha más información sobre sus fortalezas y debilidades en la asignatura que en otro tipo de evaluaciones (retroalimentación).
- Fomentan el aprendizaje y la autoevaluación: los alumnos evaluados por medio de rúbricas desarrollan más capacidades que los evaluados por otras formas más tradicionales.
- Facilitan el desarrollo de las competencias.
- Facilitan la comprensión global de los temas y la internalización de las capacidades.
- Ayudan a los alumnos a pensar en profundidad.
En el caso de las llamadas e-rúbricas (rúbricas
construidas con distintos programas informáticos residentes o disponibles en la
red), el uso de esta técnica de evaluación se beneficia también de las
siguientes características:
o
Mayor capacidad y rapidez a la hora de revisar o
modificar las rúbricas.
o
Inmediatez en el proceso de comunicación y
evaluación entre alumnos y profesores.
o
Posibilidad de colaboración entre distintos
profesores en la confección de la rúbrica, abierta también al alumnado.
o
Rapidez y automatización de la evaluación.
Para finalizar pienso que para que una rúbrica sea
beneficiosa para el aprendizaje, debe estar bien construida, y muy importante
revisarla tantas veces como sea preciso, en un primer momento para cerciorarse
de que no falta nada necesario, pero posteriormente, como resultado de los procesos de
retroalimentación, para afinar la efectividad de la rúbrica ante su uso en
nuevos procesos de enseñanza-aprendizaje.
Además hay que extremar las precauciones a la hora de
diseñar rúbricas adecuadas a la evaluación de las distintas competencias que se
quieren medir en los estudiantes, de manera que se conviertan en auténticos
motores de los aprendizajes y no en meros experimentos de nuevas formas de
calcular las calificaciones.
Bien utilizadas, se trata de poderosos instrumentos
de profundización en los distintos elementos que componen las competencias
profesionales, ya que un mal uso de ellas puede contagiar negativamente a los
entornos virtuales de enseñanza-aprendizaje, de manera que provoque un rechazo
a este tipo de acercamientos metodológicos.
CLARA MARTÍN
Este tipo de técnica surgió gracias a Gianni Rodari a quien no le bastaba un método deductivo para enseñar en las escuelas, sino que quería sacar más partido a la inteligencia y fomentar las distintas áreas del cerebro. Rodari quiso sacarle un provecho didáctico al cuento y estimulando el área creativa del niño basándose en un principio tradicional como lo es la gramática. Con esto se podía enseñar de forma lúdica desde el punto de vista semántico y gramatical pero tiene ciertas pautas que seguir para que se cumplan los objetivos que propone esta metodología.
En un principio, para trabajar esto se puede hacer uso de un diccionario para buscar palabras al azar que no tengan una relación común (por ejemplo: gato-maulla, niño-bici, campo-montaña... no servirían puesto que son palabras que tienen una lógica común y cotidiana para nosotros) y buscar grupos gramaticales opuestos o iguales de palabras que sean disparatadas (ejemplo: perro-teléfono, espejo-planta...) para crear un relato. Esta relación de dos palabras que pertenecen a ámbitos diferentes es a lo que llama Rodari un binomio fantástico, en la que se unen para formar una historia a partir de la creatividad que tenga cada uno. En este tipo de metodología es esencial tener predisposición para imaginar ya que la relación entre las dos palabras se sale de lo común y es la propia persona la que debe establecer una conexión alocada para poder crear una historia. Se pueden realizar parejas de sustantivos, adjetivos con sustantivos, verbos con adjetivos... pero siempre deben ser pertenecientes a ámbitos distintos de los que solemos relacionar. Una vez que se tiene el binomio fantástico se pueden unir mediante preposiciones que tenga una relación poco común a la pareja de palabras.
Trabajar esto con los más pequeños puede ser mejor que con aquellos que son mayores puesto que la imaginación está más presente a edades tempranas y conforme vamos creciendo se nos va quedando un poco corta la imaginación. Al trabajar con niños algo más mayores estamos evitando que creen cuentos típicos o muy corrientes, que eviten ir a lo fácil para pensar en situaciones mucho más disparatadas y que en un principio pueden no parecer lógicas. Es un método de fomentar la imaginación en los mayores pero además podemos trabajar otros aspectos en los pequeños como las categorías gramaticales de forma divertida y amena.
CLARA MARTÍN
La rúbrica como instrumento de evaluación
Se puede definir la rúbrica como “un instrumento de evaluación basado en una escala cuantitativa y/o
cualitativa asociada a unos criterios preestablecidos que miden las acciones
del alumnado sobre los aspectos de la tarea o actividad que serán evaluados”
(Torres Gordillo y Perera Rodríguez 2010: 142). Desde estos criterios “se juzga, valora, califica y conceptúa
sobre un determinado aspecto del proceso” y “se establecen niveles progresivos de dominio o pericia relativos al desempeño
que una persona muestra respecto de un proceso o producción determinada”
(Martínez Rojas 2008: 129).
Normalmente se habla de dos tipos de rúbricas. La rúbrica global u holística hace una
valoración del conjunto de la tarea, mediante la utilización de unos descriptores
que se corresponden a unos niveles globales, no particulares. La rúbrica analítica, en cambio, se centra
en tareas de aprendizaje más concretas, y necesita de un diseño más
pormenorizado. Como norma general, las rúbricas deben evaluar tanto aspectos
cuantitativos como cualitativos.
Las rúbricas son herramientas sencillas de usar para el
docente y de explicar al alumnado, fomentan el aprendizaje y la autoevaluación,
facilitan el desarrollo de las competencias, incrementan la objetividad del
proceso evaluador, y facilitan la comprensión global de los temas y la internalización
de las capacidades, entre otros muchos beneficios.
Aunque entre las desventajas podemos encontrar que en ciertas
ocasiones los criterios de evaluación se ciñen a las tareas y no van buscando
la competencia general, y por el contrario otras veces los criterios son
excesivamente generales, de manera que son difíciles de evaluar en las tareas
desarrolladas. Si las rubricas siguen un desarrollo minucioso y detallado se
podría convertir en una tarea tediosa para el docente el llevarlas a cabo.
Por lo que, desde mi punto de vista, en primer lugar es
necesario revisar los objetivos y contenidos de la unidad que se van a estudiar
para definir una tarea de aprendizaje apropiada, y después encontrar los criterios
de evaluación adecuados para el nivel del alumnado y que se ajusten a las
características de dichos objetivos y de la actividad realizada. Sobre todo es
muy importante evaluar objetivamente la participación.
A la hora de hacer una evaluación final, podemos acompañar la
rúbrica con algún juego que nos muestre el grado de comprensión que han
alcanzado los alumnos sobre los contenidos trabajados. Además de ser un recurso
muy útil, se trata de algo motivador y divertido para los alumnos, puesto que
no hay que olvidar en la edad que se encuentran en primaria y que no todo es
escribir y rellenar fichas o ejercicios, y menos si no tienen un sentido
didáctico.
El Binomio Fantástico o "Gramática de la fantasía".
Beatriz Ortega Casañ.
El tema del binomio fantástico me atrae bastante la atención porque me resulta algo tan nuevo y del que nunca he escuchado hablar que me maravilla saber cómo trabajar la gramática en clase de una forma totalmente distinta a la tradicional. Para hablar de esto he visto el vídeo de Enrique Páez en su blog: http://enriquepaez.blogspot.com.es/2013/04/el-binomio-fantastico-de-rodari.html donde nos explica perfectamente en que consiste este método. Además me he documentado de los comentarios realizados por la profesora en clase por lo que ya tenía una idea sobre lo que trataba.
Este tipo de técnica surgió gracias a Gianni Rodari a quien no le bastaba un método deductivo para enseñar en las escuelas, sino que quería sacar más partido a la inteligencia y fomentar las distintas áreas del cerebro. Rodari quiso sacarle un provecho didáctico al cuento y estimulando el área creativa del niño basándose en un principio tradicional como lo es la gramática. Con esto se podía enseñar de forma lúdica desde el punto de vista semántico y gramatical pero tiene ciertas pautas que seguir para que se cumplan los objetivos que propone esta metodología.
En un principio, para trabajar esto se puede hacer uso de un diccionario para buscar palabras al azar que no tengan una relación común (por ejemplo: gato-maulla, niño-bici, campo-montaña... no servirían puesto que son palabras que tienen una lógica común y cotidiana para nosotros) y buscar grupos gramaticales opuestos o iguales de palabras que sean disparatadas (ejemplo: perro-teléfono, espejo-planta...) para crear un relato. Esta relación de dos palabras que pertenecen a ámbitos diferentes es a lo que llama Rodari un binomio fantástico, en la que se unen para formar una historia a partir de la creatividad que tenga cada uno. En este tipo de metodología es esencial tener predisposición para imaginar ya que la relación entre las dos palabras se sale de lo común y es la propia persona la que debe establecer una conexión alocada para poder crear una historia. Se pueden realizar parejas de sustantivos, adjetivos con sustantivos, verbos con adjetivos... pero siempre deben ser pertenecientes a ámbitos distintos de los que solemos relacionar. Una vez que se tiene el binomio fantástico se pueden unir mediante preposiciones que tenga una relación poco común a la pareja de palabras.
Trabajar esto con los más pequeños puede ser mejor que con aquellos que son mayores puesto que la imaginación está más presente a edades tempranas y conforme vamos creciendo se nos va quedando un poco corta la imaginación. Al trabajar con niños algo más mayores estamos evitando que creen cuentos típicos o muy corrientes, que eviten ir a lo fácil para pensar en situaciones mucho más disparatadas y que en un principio pueden no parecer lógicas. Es un método de fomentar la imaginación en los mayores pero además podemos trabajar otros aspectos en los pequeños como las categorías gramaticales de forma divertida y amena.
LAS
ACTIVIDADES LÚDICAS EDUCATIVAS
LUCILA NOVARA
DEL GROSSO
Tras leer algunos artículos del campues he llegado a la conclusión de que los juegos en educación son importantes ya que los niños que juegan desarrollan de forma
inconsciente:
• Mayor curiosidad y descubrimiento por lo que le rodea.
• Propósito e iniciativa personal.
• Aceptación por una reglas y normas sociales.
• Mejora la concentración.
• El habla, la confianza y la autoestima.
• Habilidades sociales y de manipulación, lectura y
números.
Como
buenos docentes, tenemos la responsabilidad de abrirles nuevos caminos,
proporcionándoles nuevos ambientes y oportunidades para expresarse
creativamente, y donde además descubran y desarrollen cualquier aspecto de
interés o habilidad, aunque sea tan sólo para fortalecer
y enriquecer los aprendizajes
ya adquiridos.
Existen
muchas clases de juegos para estimular el desarrollo de la competencia
lingüística en el niño. A
continuación reflejaremos una breve explicación:
1. Juegos de observación: permiten desarrollar capacidades
de atención, discriminación e identificación. El niño al observar y escuchar el
lenguaje oral, lo aprenderá y conseguiremos que se exprese de manera adecuada.
2. Juegos de conversación: permiten a los alumnos intercambiar
ideas y opiniones logrando así que adquiera no sólo desarrollar sus habilidades
sociales, sino que también enriquecerá su vocabulario.
3. Juegos de invención o
imaginación: en estos juegos se les
plantea a los alumnos situaciones en las que deben resolver problemas a través
de la imaginación, la invención y la creación. Algunos ejemplos de estos juegos
serían los cuentos incompletos, las preguntas imaginarias y las
adivinanzas.
4. Juegos de elocución: intentan
que el niño supere problemas o dificultades que se le presenten en la
articulación de las palabras, como por ejemplo los trabalenguas y las
onomatopeyas. Gracias a estos juegos podemos conseguir en los alumnos una
mejora en la articulación, en la entonación y acentuación y en los aspectos
rítmicos del lenguaje.
5. Juegos dramáticos: consisten en
hacer simulaciones y cambiar los roles, de manera que el niño conozca y comprenda
distintas situaciones. Además, al simular un nuevo rol, aprender un diálogo,
por lo que también se estimulará la memoria.
6. Juegos narrativos: hacen
referencia por ejemplo a los cuentos, que pueden ser contados, leídos o
transmitidos por distintos medios. Tienen muchos beneficios en educación y
podemos trabajar de maneras muy diversas.
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